DESPIDIERON
LOS RESTOS DEL FISCAL MARCELO PECCI, ASESINADO
EN COLOMBIA, CONSIDERADO SÍMBOLO DE LA LUCHA
CONTRA EL CRIMEN ORGANIZADO
Critica de Presidente Hayes.-
Los paraguayos se despidieron este domingo del
fiscal Marcelo Pecci, víctima de un atentado por
parte de desconocidos en Colombia, y quien ahora
es símbolo de la lucha contra el crimen
organizado y el narcotráfico en su país.
Una extensa caravana de vehículos acompañó la
carroza fúnebre por los lugares más cercanos a
los afectos del fiscal Marcelo
Pecci,
que murió el pasado martes en una playa de
Colombia, donde pasaba junto a su
esposa, Claudia Aguilera, su luna de miel.
La primera parada del cortejo fue el estadio del
club favorito del funcionario, el Guaraní. Allí
las banderas paraguayas se mezclaron con los
estandartes oro y negro del conjunto de
Asunción.
Hinchas luciendo camisetas del equipo y ondeando
pañuelos blancos saludaron con cánticos el paso
del féretro de Pecci, cuyo cuerpo llegó el
sábado a territorio paraguayo tras ser
trasladado en una aerolínea comercial desde
Cartagena de Indias con escala en Panamá.
La fila de autos encabezada por tres carrozas
fúnebres blancas se dirigió luego a la parroquia
San José, que hace 15 días fue escenario de su
boda con Aguilera, quien espera un bebé.
Posteriormente fue llevado al colegio San José,
donde Pecci se graduó en 1995.
La caravana, que había partido del Memorial
Parque Serenidad, arribó finalmente al
cementerio la Recoleta, uno de los principales
de Asunción y donde reposan decenas de
personajes históricos del país. Sus restos
fueron sepultados en el panteón de su familia.
“Le vamos a extrañar”
“Él no claudicó, él cumplió con su deber”,
afirmó Francisco Pecci, en unas breves palabras
ante el ataúd de su hijo, de quien dijo es
considerado un héroe, patriota o mártir.
"De cualquier forma -agregó-, el pueblo en
general, la gente entiende que a él lo mataron,
desgraciadamente, lo mataron, porque molestaba
por su honestidad a mucha gente".
Aunque admitió que muchos pide Justicia, se
dolió de que la vida de la víctima no la
devuelve nadie.
"Truncaron a los 45 años la vida de un hombre
íntegro, decente", lamentó este hombre, quien
confió en que el legado y la honestidad de su
hijo les servirá de consuelo.
"Vas a quedar en la historia", vaticinó el padre
mientras buscaba anécdotas en su memoria.
Sin embargo, confesó: "siempre le vamos a
extrañar". |